miércoles, 7 de noviembre de 2012

Premios Darwin


Hoy queremos compartir con vosotros  unos premios muy especiales: vamos  a hablar de los premios Darwin; que para aquellos que no lo sepan, se crearon a título póstumo a la estupidez humana.




Estos premios tuvieron su origen en EEUU en 1985 cuando se publicó un artículo en el que se mencionaba una muerte absurda relacionada con una máquina de escribir.

Es obvio que no todo el mundo puede entrar en esta lista; se tiene que cumplir una serie de requisitos:

1.     Imposibilidad de reproducción
2.     Auto selección, el candidato tiene que causarse su propia muerte.
3.     Madurez. Tiene que ser mayo de edad y en sano juicio
4.     Excelencia. La imprudencia del premiado deber ser única
5.     Veracidad

Y con estas pautas previas ya podemos embarcarnos en conocer a uno de los premiados.

Año 1989

28 de marzo. Jacques le Fevrier era un ciudadano francés que lo tenía todo preparado para su suicidio. Se dirigió hacia un acantilado cercano y se ató una cuerda al cuello con un nudo corredizo y amarró fuertemente el otro extremo de la cuerda a una gran roca cercana.

Ingirió veneno, se roció con gasolina y se prendió fuego.

Por si esto fallaba se disparó con una pistola que llevaba justo en el momento en que saltaba al vacío.

Pero Incomprensiblemente la muerte le dio esquinazo. La bala no le impactó pero el disparo perdido sí que por casualidad cortó  la soga por encima de él. Libre de la cuerda cayó al mar, donde se apagaron sus ropas incendiadas. Para colmo de lo inaudito tragar algo de agua salada le hizo vomitar y así expulsó también el veneno de su cuerpo. Un pescador que estaba en la zona lo rescató y lo trasladó a urgencias del hospital donde finalmente falleció… ¡de hipotermia!.